¡Todos tenemos frenillo debajo de la lengua! Pero algunos son limitantes y se conocen como anquiloglosia. Esto repercute al principio en la lactancia. Puede que dificulte que el bebé coja peso, no se agarre bien o tenga atragantamientos y puede que la mamá sienta dolor y tenga grietas o alguna mastitis. A medio o largo plazo puede afectar a la respiración, calidad del sueño, masticación y pronunciación de ciertos sonidos.
A través de una valoración clínica con herramientas validadas, decidimos si es necesario un tratamiento de fisioterapia o una derivación para intervención quirúrgica.
Una buena intervención es importante y un buen tratamiento posterior también.
En nuestro centro enseñamos a las familias cómo se hace y le acompañamos con algunas sesiones. Además, en nuestro canal de YouTube tenemos un vídeo para ver y repasar en casa.