Algunos niños parecen “torpes” al correr, jugar o vestirse solos, puede tratarse de un trastorno de la coordinación. Es un problema neuromotor que afecta al control del movimiento, y puede influir en su aprendizaje, autoestima y vida diaria.
Desde la fisioterapia pediátrica, trabajamos para mejorar el control postural, la coordinación y la integración del movimiento con el desarrollo del niño. A través del juego, el cuerpo y el movimiento, ayudamos a que los peques ganen seguridad y autonomía.
Cada intervención se adapta a las necesidades de la familia y del niño. Y con un buen acompañamiento podemos conseguir mejoras en su forma de moverse… y también en su confianza.
Algunos niños parecen “torpes” al correr, jugar o vestirse solos, puede tratarse de un trastorno de la coordinación. Es un problema neuromotor que afecta al control del movimiento, y puede influir en su aprendizaje, autoestima y vida diaria.
Desde la fisioterapia pediátrica, trabajamos para mejorar el control postural, la coordinación y la integración del movimiento con el desarrollo del niño. A través del juego, el cuerpo y el movimiento, ayudamos a que los peques ganey autonomía.
Cada intervención se adapta a las necesidades de la familia y del niño. Y con un buen acompañamiento podemos conseguir mejoras en su forma de moverse… y también en su confianza.